La obra relata la celebración de una boda en la cubierta de un barco. A bordo, la tripulación y los pasajeros emprenden un viaje distinto al planeado, en el que el mar es su espejo y las fuerzas de la naturaleza son su reflejo interior. La novia se ve en los otros viajeros: ellos están en su mente.
El encanto de las sirenas invita a sumergirse donde el agua salada cura. Aunque el viaje sea largo, siempre se llega a uno mismo. Uno es su propio destino. Son otras las ceremonias que reúnen los cuerpos que se deshacen de la ilusión de estar separados. Todos son uno, en un océano de transformación perpetua. Lo imprevisible, el humor, la sensualidad y el misterio acompañan a estos viajeros en el vértigo de su travesía.
¿Estamos en el mundo ó el mundo está en nosotros? Entonces, ¿quiénes son los otros?
